Mesmeria

Arte Fantástico: Ilustración e imaginación

miércoles, diciembre 05, 2007

The Fantastic in Art and Fiction

A veces, en Internet, ocurren cosas asombrosas. Te pones a buscar información sobre un nuevo aparato de estimulación sexual femenina (uno no sabe ya qué regalar en las bodas) y te encuentras, en un oscuro weblog, justo debajo de la referencia a tan trascendental avance tecnológico, con otra pura maravilla.

El Instituto de Colecciones Digitales de la Universidad de Cornell (CIDC) tiene en marcha algunos de los proyectos más interesantes de digitalización de imágenes de toda la Red. Las páginas web que albergan esas colecciones, por lo general, están muy bien hechas también.

Uno de estos proyectos de digitalización es El Fantástico en el Arte y la Ficción (The Fantastic in Art and Fiction). Página, por cierto, que ha sido una de las inspiraciones de este blog.



[Por cierto, como podéis ver, también los anglosajones dicen “el fantástico”, sin más.]

Para sacar el máximo partido al material con que cuenta la Universidad de Cornell, los responsables del proyecto decidieron no adherirse excesivamente a una definición estricta del fantástico o de su antecesor teórico-estético, “lo maravilloso”, tal como los entiende algún sector de la crítica literaria (estoy pensando en el estructuralista Tzvetan Todorov) y la teoría estética. Puestos a dar pistas de por dónde van los tiros, tengamos en cuenta qué cosas implica el fantástico (siguiendo a Todorov y estudiosos afines, insisto) en la literatura occidental de los siglos XIX y XX: pavor, miedo y ansiedad ante fenómenos que escapan a una explicación racional, fenómenos que revelan la falsedad de nuestra noción de “realidad”, que apartan el velo de elaboradas racionalizaciones que cubren nuestra visión del cosmos. Una experiencia fantástica, según este punto de vista, puede compararse con la fractura del armazón de conceptos con que estructuramos nuestras pobres percepciones para formarnos una imagen del mundo.

Este tratamiento de lo fantástico se limita, en la literatura, a los últimos 200 años, pero en el Arte se puede interpretar de manera más amplia. Esta elasticidad permitió a los responsables del proyecto elegir imágenes de un amplio espectro de obras, desde manuscritos medievales e impresos incunables hasta comienzos del siglo XX.

Que las disfrutéis como yo.

martes, diciembre 04, 2007

Igor Mitoraj: La poesía de las ruinas

Igor Mitoraj (1944), escultor polaco.



Yacen ahora, y sus desnudas piedras
visten piadosas yedras:
que a ruinas y a estragos,
sabe el tiempo hacer verdes halagos

Luis de Góngora, Las Soledades



La belleza de las ruinas, no reside en que sean un elemento del paisaje, sino en esa sensación de que lo artificial, lo artístico, se incorpora a la naturaleza. Ante ellas sentimos ese proceso de tránsito, de asimilación que la naturaleza realiza convirtiendo lo artificial en material para su creación. Así, los poetas no sólo perciben este tránsito, este reincorporarse de la materia a su primer origen, sino que incluso lo destacan.


Luis Rosales y Emilio Orozco, «Temas y Tópicos», Historia y crítica de la literatura española. Siglos de oro: Barroco. Editorial Crítica, 1983





Peregrino que en medio della, a tiento
buscas a Roma, y de la ya señora
del orbe, no hallas rastro: mira y llora
de sus muros por tierra el fundamento.
Arcos, termas, teatros, cuyo asiento
cubre yerba, esto es Roma ¿ves ahora
como aun muerta respira vencedora
las amenazas de su antiguo aliento?
Triunfó del mundo y porque no quedara
algo en él por vencer, venciose y yace,
quedando el Tibre que su gloria hereda.
Dela Fortuna en el poder repara:
aquella que era firme se deshace,
y aqueste, que se mueve, firme queda

Licenciado Luis Martín de la Plaza (1577-1625), sobre el famoso epigrama de Janus Vitalis.